Actualmente sólo el 11% de las PyME muestra una fuerte dependencia funcional de los principales clientes y proveedores
Hay un debate en Argentina sobre el nivel de concentración de los mercados industriales y la influencia de las grandes empresas en las PyME con respecto a los costos de producción y la rentabilidad de las empresas más pequeñas.
Actualmente sólo el 11% de las PyME muestra una fuerte dependencia funcional de los principales clientes y proveedores (concentra simultáneamente más del 50% de las compras y más del 30% de las ventas en su principal proveedor o cliente). Y sólo el 2% de las PyME tiene a una gran empresa simultáneamente como principal proveedor al cual le compra más del 50% de sus compras totales y como principal cliente al cual le vende más del 30% de sus ventas. Estas pocas empresas, caracterizadas por una gran dependencia funcional de las grandes, son más jóvenes, más pequeñas, menos exportadoras y menos inversoras que el promedio de las PyME.
En cambio, las PyME más exitosas tienen mayor edad y una forma de integración a las cadenas de valor con otras empresas, incluidas las más grandes, que es comercialmente más equilibrada y con mayor grado de autonomía. En efecto, a medida que las PyME aumentan su tamaño, sus inversiones y sus exportaciones, desarrollan su inserción con un mayor equilibrio comercial y con una mayor autonomía funcional en cadenas de valor con grandes empresas. De hecho, las PyME más exitosas del país muestran niveles de concentración de las compras que nunca superan el 50% del total en un solo proveedor y niveles de concentración de las ventas siempre inferiores al 30% en un solo cliente.
Las investigaciones de FOP revelan que la proporción de PyME que tiene como principal proveedor a una GE a la cual le compra por un valor superior al 50% del total de sus compras es sólo 7% y la proporción de PyME que tiene a una GE como principal cliente a la cual le vende por un valor superior al 30% del total de sus ventas es 13%.
En síntesis, las proporciones de PyME involucradas en relaciones verticales con las grandes empresas son demasiado pequeñas como para influir decisivamente en la conformación de los costos de producción y en la rentabilidad del universo de las PyME. Por el contrario, los relevamientos realizados por FOP muestran un universo PyME equilibrado en sus relaciones comerciales con clientes y proveedores. Con matices, este equilibrio se verifica independientemente del sector de actividad y de la región de localización de las empresas.
En conclusión, la rentabilidad de las PyME depende de las mismas PyME. La mayor eficiencia, el aumento de la inversión y de la productividad de las PyME beneficia a todo el tejido industrial, pero especialmente a las mismas PyME. Las grandes empresas pueden o no implementar una positiva estrategia de desarrollo de PyME entre clientes y proveedores, y si lo hacen esto es muy positivo para el desarrollo de las PyME, pero estructuralmente no pueden condicionar los costos de producción y la rentabilidad del universo de las PyME.
Rentabilidad, Dependencia funcional